MÁSCARA AFRICANA

 

 

 

 

El arte africano se particulariza por ser más funcional que decorativo. Sus diseños tienen una fuerte impronta religiosa: cada cosa cumple con un deber metafísico. Por eso sus patrones están fuertemente ligados a lo sobrenatural, sin olvidar a los seres vivos y toda la naturaleza que los rodea.

Un objeto clave en el arte africano son sin dudas las máscaras que utilizan para sus rituales. La elaboración de la máscara es puramente artesanal y se le otorga un gran valor simbólico y artístico. Además del respeto que le corresponde al artesano productor de la máscara en cuestión. El significado de estas máscaras va mucho más allá de la máscara en sí misma: es la construcción de un personaje alrededor de ella. Cada máscara según sus características remite a distintos dioses y deberes mágicos que protegen al individuo y su comuna.

La moda de hoy es ni más ni menos que una alegoría de esas máscaras africanas. La confianza que nos provee el personaje que construimos a través de lo que vestimos, ese mensaje metalingüística que comunica nuestro estilo sin que nosotros seamos, a veces, plenamente consciente de él. Objeto de juicios y evaluaciones tan subjetivas e inconscientes como reales. Y si somos lo que vestimos, también somos todo aquello que pensamos de lo que viste el otro. A veces me pregunto, y creo que tendríamos que replantearnos todos, si como sociedad le damos el merecido respeto a los diseños artesanales, de buena calidad y, por sobre todo, producidos bajo las condiciones laborales correspondientes. O si compramos lo que queremos ser aunque eso signifique declararse a favor del trabajo ilegal y la esclavitud en el siglo XXI.